Por: Amado Hernández Gaviria
@poeta70

Juegan para vencer el tiempo y el espacio. Los modelos eléctricos reducen hasta en un 60 % los tiempos de descarga de camiones. Los automáticos ofrecen un 25 % más de productividad. Efecto dominó positivo, tanto en traslados como en el incremento del peso de las cargas.

Imagine la bodega como si fuera una cancha de fútbol. Y la estiba, simbólicamente, como un balón. Van a sonar los himnos y saltan los “jugadores” a la grama. Los estibadores –o transpaleta– desfilan hacia el centro para cumplir con su rol. Sin ellos, difícilmente habría “espectáculo”. Son los protagonistas. Proveen de acción al “juego” y activan el sistema “táctico” en las bodegas. También, “desequilibran” con su dinámica y, en cierta forma, ganan los “partidos”.

El estibador es “una carretilla de pequeño recorrido de elevación, trasladable a brazo, equipada con una horquilla formada por dos brazos paralelos horizontales unidos sólidamente a un cabezal vertical, provisto de ruedas en tres puntos de apoyo sobre el suelo, y que puede levantar y transportar paletas o recipientes especialmente concebidos para este uso”, define el ingeniero industrial José María Tamborero del Pino en su texto: Carretillas manuales: transpaletas manuales, elaborado para el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España.

Conserve en la mente la escenificación del inicio. Los estibadores son claves para soluciones en espacios reducidos, manteniendo el dominio de la estiba y de su peso. En zonas densas, casi copadas, marcan la diferencia. Su talla menuda y sus características técnicas les permiten maniobrar con agilidad y sortear obstáculos imposibles para otras herramientas. Su cambio de ritmo, una cualidad de los prototipos más evolucionados, y su capacidad para adaptarse a dinámicas diferentes sin perder el equilibrio –de la carga–, los convierten en elementos titulares de cualquier equipo –logístico-.

“Una transpaleta o transpalé es un aparato utilizado en almacenes para realizar diversas tareas relacionadas con la mercancía almacenada, tales como carga, descarga, traslado de unas zonas a otras del almacén y operaciones de picking”, especifica el portal español Maquituls.

¡Suena el pito! ¡Comienza el juego! Los estibadores o transpaletas dominan el “balón”. Sus movimientos representan “pases”. Y sus recorridos, cortos o largos, son como funciones de un sistema táctico diseñado para llegar al “arco” obedeciendo a tres principios: menor tiempo posible, reducción de movimientos repetidos y mínimo esfuerzo del operario. En estas condiciones, depositar la estiba intacta en el lugar indicado es marcar un “gol”. Mejor, un ¡golazo!

“Tenemos un sistema patentado exclusivo en la industria: Yale Smart Lift
(Elevación Smart de Yale). Esta función permite elevar el palé presionando un botón
y supone un incremento de productividad del 25 %”. Fuente: Hispaman–Carretillas Elevadoras – Yale

“Si las condiciones de trabajo lo permiten, el uso de transpaletas reduce la repetitividad del transporte de material. Las transpaletas más sencillas minimizan el esfuerzo de transporte mediante la elevación de la carga con un mecanismo de bombeo. Las transpaletas eléctricas reducen el esfuerzo, ya que el operario no tiene que tirar ni empujar la carga. Algunas transpaletas permiten elevar y posicionar la carga, con lo cual reducen las posturas forzadas”, según el portal español Construmática.

Fútbol, deporte colectivo. Su lógica y armonía se sustentan en las pequeñas sociedades que, al activarse una por una, le dan sincronía al “todo”. Igual sucede en la bodega o almacén visualizados como campo de juego. El binomio estibador-operario conforma una “pequeña” sociedad. De su articulación depende el resto del engranaje. Y, en síntesis, el resultado del “partido”. Ganarlo, significa el éxito de la operación.

“Nuestra estibadora manual es una solución segura que facilita la operación de movilización de carga, optimizando el trabajo del operario, disminuyendo costos, tiempos y garantizando seguridad al mismo”, expone Nike Colombia, proveedor de esta clase de soluciones.

LAS “FIGURAS”

Imagine lo que significaría para el operario cumplir, sin el estibador, tareas de picking en una gran plataforma, hundido en el laberinto de las estanterías, movilizando unidad por unidad hasta la zona de despacho, o lidiando con el peso de mercancías que amenazan con dislocar sus vértebras o que superan sus fuerzas.

El matemático Pappus de Alejandría puso en boca de Arquímedes el famoso lema denme un punto de apoyo y moveré el mundo. Exageramos un poco si nos aferramos a esta máquina con forma de patinete y afirmamos lo mismo, pero lo cierto es que, agarrados a la empuñadura de la transpaleta manual, adquirimos fuerza, cual Hércules a la hora de organizar el almacén”, describe Rajapack en su web, a propósito de la utilidad de los estibadores manuales y los principios de la física sobre los cuales se fundamenta su mecánica.

Segundo tiempo. Volvamos a la cancha. No disponer de un estibador sería como llevar el balón desde el arco propio hasta el arco contrario en acción individual, soportando choques y pisotones de quienes intentan bloquear tu viaje. ¡Qué molienda! Sin la alternativa de un compañero a quien descargarle el balón, para liberar “peso” y ganar movilidad, sería casi imposible llegar a la meta.

El docente de mecánica automotriz y autotrónica de Duoc UC, Wagih Sarquis, citado por la publicación chilena Negocios Globales, explica: “Las transpaletas y apiladores se usan de una forma masiva en todas las industrias donde se necesite mover y apilar mercancía, siendo su principal funcionalidad dar la posibilidad a una sola persona de desplazar grandes cantidades de carga y volumen en cortos períodos de tiempo”.

El estibador es esa “palanca” que Arquímedes pregona. Y en el balompié es ese socio con el cual se puede armar una “pared”. El estibador cuenta con capacidades variadas para soportar pesos diferentes y atributos técnicos y tecnológicos particulares, según cada modelo, para receptar y maniobrar un gran universo de mercancías.

En el fútbol hay jugadores rápidos, potentes, técnicos, hábiles, gambeteadores, creativos, definidores… según cada función y según cada necesidad. La diversidad en el universo de los estibadores es similar. Sin embargo, de momento, vale concentrar los diferentes modelos en dos categorías: manuales, toda su mecánica depende de la manipulación del operario, y automáticos, provistos de energía y funcionalidades autónomas.

“Las transpaletas manuales son adecuadas para gran variedad de aplicaciones, incluido el transporte horizontal, la preparación de pedidos en grandes almacenes, la carga/ descarga y el apilamiento. Diseñadas para manejarse con facilidad, son carretillas de larga duración que permiten el movimiento seguro y eficiente de las mercancías con muy poco esfuerzo. Ofrecen diferente capacidad de carga, según modelo, y diferentes alturas”, según la información de Maquituls.

La misma fuente la contrasta con la automática: “Esta transpaleta es una evolución de la transpaleta manual, incorpora un motor eléctrico que le permite desplazar las cargas con mayor facilidad. Se utilizan cuando las cargas, las distancias o la frecuencia de los movimientos sobrepasan los límites del manipulado manual”.

¡Messi! ¡Cristiano Ronaldo! Velocidad, gambeta… gol. Ingenio y genios que solucionan en microsegundos y en una baldosa como espacio. ¡Vale la analogía! Andrés Cabezas, subgerente de ventas de Arrimaq S.A., también citado en Negocios Globales, afirma:

“Las transpaletas eléctricas, por ejemplo, reducen los tiempos en la descarga de camiones en más de un 60 %, lo que al mismo tiempo disminuye los traslados y permite aumentar los pesos de la carga de los clientes”.

Un jugador para cada espacio de la cancha. Entre manuales y eléctricas o automáticas, todas las soluciones son posibles. Este es el reto de cada firma proveedora. “Ofrecemos una amplia gama de estibadoras para todo tipo de necesidad, equipos con medidas especiales, estibadoras eléctricas, para trayectos de largas distancias y operaciones que requieran más de dos a tres turnos, ya sea con operario de pie o sentado y trayectos que requieran movilizar dos estibas al mismo tiempo de manera rápida y efectiva”, expone en su web Nike Colombia.

LA TECNOLOGÍA DE LOS “ASTROS”

En 1.800, los guayos eran botines de cuero duro, suelas aseguradas con puntillas y dotadas de taches de metal. Pesaban mucho y ampollaban el pie. Hoy, las zapatillas de marca para jugar al fútbol son piezas de material sintético y textil, tanto en su exterior como en su interior, y la suela es un alarde de ciencia superior aplicada sobre materiales modelados como si fueran esculturas. En logística, los estibadores han evolucionado tanto como los guayos. No solo para la comodidad del operador. También, y sobre todo, para su rendimiento –alta producción–.

Aunque aún conservan los principios del modelo manual patentado por George Raymond en 1929, estado de Nueva York, la transpaleta ha sufrido toda una metamorfosis, pasando de la manual, todavía vigente y de amplio uso, a la dotada con instrumentos de medición-báscula-. Luego, a la eléc-trica, la semiautomática y a la automá-tica, que se convierte en el pináculo de la evolución.

La transpaleta eléctrica es apta para todo tipo de distancias, para carga y descarga de mercancías en espacios redu- cidos, como un tráiler o contenedor, o para la preparación de pedidos. Hay modelos con conductor a bordo o fuera de la máquina. El operario es una extensión del estibador. Acople siamés que favorece el confort de la parte humana gracias a la mecánica.

Yale ha marcado pauta en el mercado con soluciones dotadas de inteli-gencia. La Transpaleta Yale MP: Smart Lift y Smart Slow Down, por ejemplo, brilla por la autonomía de sus funciones de acuerdo con la información dispuesta por la compañía en Youtube sobre este producto: “Gracias a este nuevo sistema de elevación y descenso inteligente de las horquillas puede llegar a aumentar hasta un 25 % más la productividad de su almacén”.

“El ciclo de vida de las transpaletas de Rajapack se estima en 10 años:
es un producto resistente y duradero, si bien hay que tener en cuenta el uso que se la da,
su carga de trabajo habitual y las condiciones del almacén y del pavimento del mismo”. Fuente: Bloc Rajapack

Y explica: “Cuando se introduzcan las horquillas en un palé, el operario golpeará ligeramente el botón de elevación y las horquillas subirán ligeramente, dando marcha atrás la transpaleta eléctrica y luego las horquillas continuarán elevando el palé automáticamente hasta la parte superior”.

Automatización, virtuosismo al borde del área. Algo así como James Rodríguez ante Uruguay en el Mundial del 2014. Después de estar la bola arriba y de amortiguarla con el pecho –elevación y descenso–, viene el cuarto de vuelta con quiebre de cintura –reducción de velocidad cuando el ángulo de giro haya llegado a 30 grados –como acto previo a la definición. ¡Visualice!

De acuerdo con la misma fuente, “Yale Smart Slow Down, reducción inteligente de velocidad, fue desarrollada para mejorar la productividad del conductor y la seguridad de la carga. La transpaleta eléctrica reducirá la máxima velocidad una vez que el ángulo de giro haya llegado a 30 grados. La reducción inteligente de velocidad opcional es la que proporciona una mayor estabilidad y mejor control de movimiento de la carga”.

Otro jugador estrella salta al terreno. En requerimientos de comodidad para el operario –hombre a bordo–, velocidad y capacidad de carga –2.600 y 3.400 kg / 6.000 y 8.000 lb–, el estibador eléctrico Crown PE 4500 es una de las soluciones ejemplares. Utilizado para el transporte a alta velocidad y en distancias mayores. Goza de alimentación eléctrica –24 volts–. Sus especificaciones de alta tecnología lo instalan en la vanguardia: Controlador Access 123: ajustes de velocidad, control de fallas, claves de acceso, sistema de freno contramarcha E GEN y dirección asistida.

“La serie PE 4500 posee la unidad de potencia más grande y potente de la industria, además de hasta un 45 % más de acero que los modelos de la competencia en aquellos lugares del equipo que sufren más estrés y tienen más riesgo de sufrir daños costosos. Está diseñada para una ergonomía óptima y para reducir el estrés y la fatiga, a la vez que permite a los operadores conseguir más a un mayor ritmo, incluso en los ambientes más exigentes. Es ideal para trabajar en muelles o para cualquier aplicación que requiera giros constantes y maniobras en espacios limitados y congestionados”, según su presentación en www.crown.com/es.

 


¡Escoja la titular!

Un técnico de fútbol argentino decía con obsesión de trastornado: “De los jugadores de piernas blancas, líbrame, Señor”. Bien, la escogencia del estibador, aunque no es un asunto de “piel”, sí exige un análisis detallado. Así como en el fútbol hay jugadores hechos para la marca, la creación o el ataque, en materia de transpaletas las opciones también son variadas. Aquí, algunos modelos:

Estibadoras manuales especiales: Para el transporte profesional de cargas en estiba bajo condiciones exigentes de trabajo. Ofrece modelos con distintas opciones en tamaño, capacidad y construcción.

Estibadoras con sistema de pesaje: Para el transporte y pesaje de bienes en palets. Adecuadas en trabajos simples de pesaje y un cálculo aproximado de pesos totales.

Estibadoras de tijera: Una combinación de estibadora y plataforma elevadora para el transporte y elevación de bienes paletizados.

Estibadoras eléctricas: Ideal para el transporte en interiores de bienes paletizados en suelos nivelados, en pendientes o para llevar en un camión, cubriendo distancias cortas.

Fuente: Portafolio de Productos PFAFF-Silberblau–Columbus Mckinnon Corporation